Es cierto que conseguir empleo no es tarea fácil, la gran cantidad de vacantes que aparecen día a día son superadas con creces por la cantidad de personas que están en búsqueda de trabajo. La competencia es dura y ante tantos buenos profesionales que semestre tras semestre salen al mercado solo queda preguntarnos ¿cómo hago la diferencia?
En la actualidad no basta con cumplir con los requisitos del perfil, con tener la experiencia requerida o estudios que respalden el conocimiento, hoy lo que buscan las empresas son personas que marquen la diferencia. Muchas personas piensan que esto se logra exaltando todo lo que han aprendido o los muchos años que lleva en esa área, pero la experiencia nos ha demostrado que lo que hace que una empresa contrate a una persona de entre varios buenos candidatos es su forma de ser.
La actitud es la herramienta para conseguir empleo
Muchos autores y expertos han llegado a concluir que la actitud es lo que hace la diferencia entre las personas exitosas y las que no lo son. Victor Kuppers, por ejemplo, lo deja en claro en sus conferencias, resaltando además que no es un concepto solo suyo, si no trabajado por expertos y conocedores y que desemboca en una particular formula que él propone: las habilidades y conocimientos suman, la actitud, multiplica.
Esto además de ser cierto para la vida misma, es todavía más aplicable a la hora de conseguir empleo. Tras pasar los filtros de selección, llegar a las entrevistas finales y no quedar seleccionados muchos candidatos nos hacen las mismas preguntas: ¿Qué debo mejorar? ¿Por qué no quedé seleccionado? O nos piden retroalimentación de su proceso. Por políticas no podemos decir mucho acerca de los procesos ya que debemos confidencialidad a nuestros clientes, pero hemos descubierto que las personas que son seleccionadas en la mayoría de los casos además de ser buenos profesionales, son buenas personas.
Conseguir empleo también implica actitud
Para muchas personas definir que es una buena persona es difícil ya que es algo muy subjetivo, sin embargo hay cualidades que permiten a entrevistadores experimentados saber cuándo tienen en frente una buena persona que desea conseguir empleo. Algunas de las características de estas personas son, entre otras, que aunque tienen títulos de renombre, gran experiencia laboral y es evidente su inteligencia, son también personas amables, que desde el primer contacto con el reclutador demuestran calidez, respeto y amor por lo que hacen.
Estos términos pueden sonar soñadores al momento de hablar de algo tan formal y serio como una entrevista de selección, sin embargo cuando las personas tienen estos aspectos y los transmiten en una entrevista de selección, son los más opcionados para llevarse el puesto.
Muchos dirán que son buenas personas y aun así no logran conseguir empleo, esto es verdad y la razón es que cada compañía tiene una forma de ser diferente, por ende, para cada compañía una buena persona tiene otras características adicionales y diferentes que se adaptan mejor a su cultura y por ende es más apto para el puesto.
Esta es una de las razones por las que se aconseja conocer la compañía a la que se va a presentar una entrevista de trabajo, ya que conocer su cultura nos da herramientas para entender como nos podemos adaptar a la compañía o descubrir si es allí donde queremos trabajar realmente, pero esto lo tratamos más ampliamente en el post Cómo seleccionan las compañías a sus empleados.
Autor: Angélica Murcia